LA MUSICOTERAPIA.-
El país que más ha desarrollado esta disciplina es Estados Unidos. Por ejemplo, el primer curso de musicoterapia impartido en la universidad fue en 1919 a cargo de Margaret Anderton, en la Columbia University de Nueva York. Preparaba músicos para trabajar como terapeutas en los hospitales. Trabajó con excombatientes de la 1ª guerra mundial que mantenían secuelas mentales y físicas.
- En las primeras cuatro décadas del S.XX no se extendió el uso de esta disciplina, sin menoscabo de los trabajos y publicaciones de muchos musicoterapeutas destacados, especialmente en EEUU: Van de Wall, Vescelius, Ilsen, Seymour, etc
- En 1940 diversas universidades estadounidenses comenzaron a desarrollar amplios programas de formación en musicoterapia tanto de licenciado como de máster.
- En 1941 se constituyó la National Foundation for Music Therapy, gracias a la Dra. Seymour y ésta publicó tres años después el primer manual de estudio de musicoterapia.
- En 1944 Frances Paperte fundó en Washington la primera fundación para la investigación de la musicoterapia
- En 1966 se inicia la primera licenciatura de musicoterapia en Iberoamérica, concretamente en Buenos Aires, Argentina.
Las áreas de aplicación de la musicoterapia actualmente son de un campo muy variado: Psicosis, Autismo, Enfermedades Psicosomáticas, Neurosis; Geriatría, Bulimia-Anorexia, Discapacidad motora y sensorial, Rehabilitación, Drogadicción, Embarazo, VIH, Enfermedades terminales, Cirugía, Terapia Intensiva.
AREAS DE TRATAMIENTO
Habilidades Motrices: A través de las actividades musicales se trabaja la coordinación y el equilibrio, la movilidad y el desarrollo de las actividades motrices funcionales. A la vez, se puede lograr la mejora de la coordinación motora, la amplitud de movimiento, el tono muscular y la respiración.
Habilidades Sensoriales: Mediante técnicas musicales dirigidas se aumenta la capacidad de recibir y diferenciar estímulos sensoriales. Posteriormente, se logra una organización e interpretación de los mismos y la producción de la respuesta deseada.
Habilidades Cognitivas: Con la música como elemento motivador se estimulan las funciones superiores: la atención, la memoria, el nivel de alerta, la orientación, el reconocimiento, el aprendizaje y la imaginación.
Habilidades Socio-Emocionales: Las técnicas musicales receptivas y activas facilitan la expresión y el compartir de emociones y sentimientos a la vez que promueven la interacción y las habilidades sociales. Por otro lado, el uso terapéutico de la música fomenta el auto-conocimiento de la persona, permitiendo un aumento de su autoestima y una reducción de los sentimientos depresivos, de ansiedad y de estrés.
Ï EL USO DE DIFERENTES NOTAS Y SUS EFECTOS
Las notas altas, agudas, actúan preferentemente sobre las contracturas musculares, se propagan rápidamente en el espacio aunque en distancias cortas, actúan fuertemente sobre el sistema nervioso, constituyen una señal de alerta y aumenta los reflejos, al mismo tiempo que nos ayudan a despertarnos o sacarnos de un estado de cansancio o sopor. Como factor negativo tenemos el hecho de que el oído es especialmente sensible a ellas y si son muy intensas y prolongadas lo pueden dañar, lo mismo que su efecto sobre el sistema nervioso puede provocar cierto descontrol y alteraciones en los impulsos nerviosos que se vuelven incontrolados.
La cadencia de las notas musicales, graves o agudas, es el segundo factor en importancia y así tenemos que, mientras que los ritmos lentos inducen a la paz, los rápidos ayudan al movimiento y a exteriorizar los sentimientos.
Notas agudas a bajo volumen
Son agradables de escuchar, nos invitan a despertarnos con relax, nos predisponen al trabajo y nos dan alegría. Son antidepresivas y nos proporcionan felicidad.
Ejemplos: el canto de los pájaros, de los grillos y los juegos de un niño pequeño. El violín, el clarinete, la mitad derecha del piano, el arpa y la guitarra clásica.
Notas agudas a alto volumen
Constituyen una llamada de alerta, una nota de atención vigorosa, nos despierta del sueño con rapidez. Puede actuar decisivamente sobre grupos enormes de gente. Como factor negativo pueden irritar seriamente el sistema nervioso auditivo, obligándolo a realizar acciones que no haríamos en un estado de tranquilidad.
Ejemplos: trompetas en los ejércitos, sirenas de alarma o de paro de la jornada laboral. El grito de un niño pidiendo socorro que nos mueve a la acción, el chirriar de un coche frenando nos produce pánico.
La guitarra eléctrica, la trompeta y los platillos de la batería. La caída del rayo y el soplar del viento huracanado.
Notas agudas a alto volumen y muy rápidas
Son la forma auditiva que más rápidamente influye en las personas y que más cambios corporales genera. Nos invitan al movimiento corporal, nos predisponen a mezclarnos con grupos de gente y casi nos obligan a seguir una dirección determinada. Emocionalmente mejora la apatía, la debilidad de carácter y los complejos. Tiene un efecto muy perjudicial en el oído, son irritantes del sistema nervioso hasta el punto de descontrolarnos, aumentan la agresividad y perjudican las relaciones sociales íntimas y personalizadas.
Ejemplos: la batería, la guitarra eléctrica y los solistas de música rock. La caída del agua de una gran cascada, el desbordamiento de un río o un enjambre de cigarras.
Notas graves a bajo volumen
Son las notas más sedantes, las que nos motivan a movernos con lentitud, con paciencia, y las que invitan a la reflexión. Pueden calmar rápidamente a grupos de personas discrepantes, provocar el sueño de un niño inquieto y producir una relajación muscular y nerviosa rápida y eficaz.
Ejemplos: el silencio de la noche, el movimiento de las olas, el vibrar del campo. Las palabras serenas de un abuelo, el mugir de las vacas, la respiración durante un sueño profundo y un pequeño ventilador.